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Se posiciona a paso firme en España. Las empresas cada vez apuestan más por contratar a estos expertos temporales para la gestión de una crisis. Se puede situar en cualquier posición estratégica de la organización corporativa. Veremos en qué puede beneficiar la figura el Interim Manager para reconducir una empresa.

¿En qué consiste?

Se trata de contratar a una figura externa que se encarga de la gestión de una serie de cambios a nivel organizativo y/u operativo. El hecho de que no pertenezca a la empresa supone toda una ventaja, puesto que aportará una perspectiva desde la neutralidad, proporcionando nuevas ideas y soluciones que desde el interior de la empresa no son posibles de detectar. No solo atañe a figuras directivas, también puede incluir mandos intermedios. En ocasiones, estos puestos no son necesarios a largo plazo, sino que cumplen una serie de objetivos que culminan en un momento dado. Si este es el caso, una buena apuesta será la incorporación a la empresa de un Interim Manager.

¿Qué sectores de la empresa suelen ocupar y para qué?

Un Interim Manager tiene una capacidad de adaptación a las necesidades de cada empresa. Cuenta, además, con un alto grado de especialización y dilatada experiencia que le permite detectar un problema específico en menor tiempo y darle solución eficaz y acertada. Estos son algunos de las áreas en las que se les suele requerir:

IT: (una de las más frecuentes) para elaborar estrategias tecnológicas de la empresa, la renovación de la informática tradicional, supervisar herramientas tecnológicas, implementar eficiencia operativa, incorporar análisis de datos, impulsar la cultura de innovación.

Calidad: (otro de los más usuales) para mejorar la relación con los clientes, para diseñar indicadores, para adaptar e implementar en la empresa normativas y sellos de calidad, para el aumento generalizado de la eficiencia, competitividad y seguridad.

Ingeniería: para diseñar estrategias de producción, elaborar presupuestos y proyecciones de negocio, planificar programas de fabricación, adaptar la producción al mercado y frente a la competencia, motivar al equipo humano con innovación e investigación.

Finanzas: para control y gestión de cuentas, ofrecer análisis dirigidos a la toma de decisiones, minimizar costes, desarrollar la estrategia empresarial, estudiar nuevos proyectos de inversión, reestructurar el área financiera, elaborar estrategias financieras.

Recursos Humanos: para mejorar el rendimiento, elaborar la política de RRHH, manejar y hacer más eficaz la comunicación interna, hacer efectiva la formación continua de los empleados, crear un buen ambiente laboral, aumentar el crecimiento y la productividad, gracias a una buena gestión de personas.

Ventas: para la elaboración de acuerdos estratégicos, para mejorar el seguimiento comercial, para abrir nuevos mercados, para crear nuevas herramientas y estrategias comerciales.

El Interim Manager representa un recurso en alza en los últimos años en España. Gracias a esta figura, toda clase de empresas se ven capaces de responder a los rápidos cambios del mercado, con la ventaja de que se adapta a todos los sectores y tamaños.