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Para reestructurar o rescatar una empresa se necesita acción inmediata a penas se muestren los primeros síntomas de declive, pero ¿puedes identificar si tu empresa necesita un plan de reestructuración?

Sigue aquí para que aprendas a identificar las claves que te indican si necesitas un plan de reestructuración que ponga a flote nuevamente a tu negocio.

Toma en cuenta que muchos empresarios españoles se han visto en la obligación de tomar medidas apresuradas e imprevistas en sus empresas, sobre todo entre el 2020 y el 2021.

Por lo general el plan en situaciones imprevistas es poder aguantar y sobrevivir. La incertidumbre resulta ser un arma de doble filo que te puede llevar a la toma de decisiones poco acertadas.

Si somos realista en ningún escenario donde nos planteemos posibles riesgos aparece una pandemia, por lo tanto ninguna empresa traza estrategias o tiene un plan de contingencia para enfrentar las consecuencias de una emergencia sanitaria prolongada.

Hasta ahora algunos empresarios han tomado cartas en el asunto y se han ocupado de reestablecer el curso de su negocio, sin embargo otras tantas empresas solo se encuentran en la espera de que la situación cambie por si sola.

Les tenemos una mala noticia, es muy probable que no sea así, por lo tanto la acción inmediata es lo recomendable sobre todo si notas algún síntoma de que tu empresa necesita un plan de reestructuración.

Conoce las principales alarmas: ¿Cómo saber si una empresa necesita un plan de reestructuración?

Saber detectar cuando tu empresa necesita un plan de reestructuración es vital, por eso te planteamos cuáles son esas alarmas a la que debes estar atento.

Una duda común entre los empresarios con respecto a los planes de reestructuración es justamente cuando es necesario comenzar a definirlo.

Por eso en esta parte de nuestro contenido queremos mostrarte las alarmas que suelen aparecer cuando una empresa está en situación de peligro. Conócelas a continuación:

1. Dificultades en los competidores. Evalúa el impacto en el sector

En este caso debes estar atento a otras empresas que se manejan en el mismo sector, si están atravesando dificultades, es importante que sepas si tu negocio puede terminar con los mismos problemas.

En el 2008 por ejemplo, en medio de la crisis inmobiliaria muchas empresas continuaban ejecutando su labor y vendían pisos con características muy particulares y en sitios con una elevada demanda local, sin embargo también fueron víctimas del declive general como el resto de las empresas de su nicho.

2. Dificultades en clientes. Debes estar atento al impacto en tus clientes

Tus clientes y los clientes de tus clientes pueden ser un termómetro a tomar en cuenta en medio de una crisis que te indique si necesitas un plan de reestructuración para tu empresa.

Volvemos al año 2008 con otro ejemplo para explicarte este indicativo. Las empresas inmobiliarias necesitan de los servicios de constructoras y estás a su vez contrataban empresas de materiales.

La crisis se comienza a notar en el eslabón de la cadena más débil que por lo general es el primero y luego va afectando al resto, retrasando sus procesos, de acuerdo al ciclo que cumplan cada empresa en este caso.

3. Fíjate si tienes escasez o tienes sobreoferta de suministros

Puede ocurrir que, las fluctuaciones en la oferta generan escasez o sobreoferta de los productos que se ofrecen en una empresa determinada, esta situación tiene incidencia directa sobre el precio, pero también en el acceso al producto.

Debes estar atento porque es un claro síntoma de que se avecina una crisis. En ese sentido, asegurar el suministro es uno de los objetivos en la gestión de crisis.

4. Por supuesto, un indicador clave es el declive agudo en las ventas

Un indicador de que tu empresa necesita un plan reestructuración es un declive muy pronunciado en las ventas, esto sin duda significa que la crisis está a punto de llegar. Lo ideal sería haberla detectado (y empezar a poner en marcha acciones) antes de llegar aquí.

Por lo general se presenta un desajuste entre el ritmo de entrada de pedidos y lo que refleja la facturación. Si se confirma que no se trata de un hecho puntual necesitas planear una reestructura.

5. Lo que se refleja en la cuenta de pérdidas y las ganancias

Si hay un declive en las ventas se evidenciará en la cuenta de pérdidas y en las ganancias. Y debes estar atento porque se trata de un indicador que se evidencia más bien a corto plazo, en apenas 6 meses se desatará la crisis.

En este punto es necesario reevaluar los costes variables y los fijos para renegociarlos o disminuirlos.

6. Se complica la tesorería

Lo que realmente mueve a una empresa es la tesorería o lo que es lo mismo la caja. De hecho es un testigo de lujo en la buena gestión de la crisis.

La tesorería de nuestra empresa es la niña mimada y cómo tal la debes defender, incluso por encima de las cuentas de pérdidas las ganancias.

Se trata de un elemento vital y que debemos de mantener en orden, con un margen para actuar en época de inestabilidad. Recuerda que será primordial tener caja a la hora de decisiones rápidas.

Tienes que saber que tener tesorería en medio de una reestructuración es vital para poder ejecutar las decisiones que te ayudan a disminuir gastos y solventar contratos. Además, la caja es necesaria en momentos difíciles en general.

En resumen, lo antes explicado son los focos de alerta que debes saber reconocer en caso de la aparición de problemas potenciales en tu empresa, de esa manera podrás identificar si necesitas un plan de reestructuración.