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Tras la implantación de un nuevo y flamante ERP, somos capaces de gestionar los pedidos, órdenes de fabricación, facturación, etc. Y con lo que nos ha costado, ahora el financiero quiere que le pasemos los tiempos de producción de los operarios para saber el coste.

Los operarios anotan a mano lo que tardan, aproximadamente, pero luego, ese tiempo, no siempre se introduce en el sistema porque es un poco complicado, hay que abrir varias pantallas, etc. Hemos hecho un esfuerzo y ahora lo llevamos introduciendo varias semanas, pero ahora el financiero se queja de que cada vez se tarda un tiempo diferente. ¡Encima de que lo introducimos, ahora no está contento! Le hemos dicho que es imposible que se tarde siempre el mismo tiempo, que saque él una media. Pero claro, como cada vez se producen cantidades distintas, no puede sacar medias.

Esta puede ser una conversación, más que habitual, en la empresa. Quien tiene ERP, no sabe cómo manejar la producción y quien no lo tiene, lo hace a mano, pero le cuesta tanto, que no se aclara. Se implantan muchos ERP, sin haber reflexionado previamente de cual era el objetivo a conseguir en el área de producción.

Pues, a pesar de todos los inconvenientes que tiene informatizar la producción, está el tema de que los tiempos reales que se obtienen nunca se parecen entre sí. ¿Qué hacer entonces?

La medición de tiempos se ha denostado tanto que nadie quiere oír hablar de ella. Y es porque hace años se utilizaba para sancionar. En la actualidad es una herramienta NECESARIA para calcular los costes de producción y conocer el nivel de producción de una planta productiva.

Medir el tiempo de un proceso supone:

  • Analizarlo y si se puede, mejorarlo.
  • Establecer una producción estándar en base a la cual se calculan costes y
  • Conocer la desviación del tiempo real respecto del estándar y a esta desviación la llamamos RENDIMIENTO DEL PROCESO.

En un entorno de LEAN MANUFACTURING, el conocimiento del tiempo de las operaciones es vital para la aplicación de técnicas como SMED o un taller HOSHIN. Se necesita para la definición y mejora de los puestos de trabajo y el cálculo de los tiempos de ciclo. El establecimiento de indicadores es tan importante que, sin ellos, no se puede saber qué nivel de desperdicios hay y como promover su eliminación. Conociendo el nivel de producción, se pueden establecer MEJORAS para aumentar los rendimientos y por tanto, reducir costes.

Por tanto, la medición de tiempos no es algo vetusto propio del “Taylorismo” y las grandes cadenas de montaje de la película “Tiempos Modernos”, es una herramienta que sigue vigente, y se sigue usando de manera efectiva en entornos flexibles, con producciones pequeñas, y con trabajadores motivados que participan en la definición del trabajo, los objetivos y la mejora.