Los sistemas de producción se hallan en constante evolución. Uno de los elementos más revolucionarios son los CoBots o robots colaborativos, considerados una de las soluciones industriales más pragmáticas de este, nuestro tercer milenio y una de las bases de la transformación digital de las empresas. La nueva generación de CoBots se compone de productos tan seguros y flexibles como para trabajar con humanos. Los robots colaborativos tienen el potencial de convertirse en un elemento imprescindible dentro de los estándares de los sistemas de producción.

¿Qué aplicaciones tienen los Cobots?

Si pensamos en la industria del automóvil, hemos de saber que aún, a nivel mundial, esta cuenta con el 65% de robots tradicionales que, al contrario que los CoBots, precisan de una media de 200 horas para programarlos y reprogramarlos. La integración de CoBots mejora la eficiencia del proceso, así como las habilidades de los actores, es decir, las entidades robóticas y los humanos, dentro del sistema de producción.

Muestran, además, una superior capacidad de adaptación a los cambios. Destacan, especialmente por su altísima precisión en la ejecución del trabajo, su enorme fuerza y la alta resistencia. Fundamentalmente, con los robots colaborativos no hay riesgo de que compartan su trabajo con las personas.

Los CoBots han despertado el interés de muchas empresas, desde las automotrices y aeroespaciales hasta toda clase de PYMEs. Samuel Bouchard, presidente de Robotiq, señala que muchos de los grandes fabricantes están considerando la incorporación de CoBots para llevar a cabo una transformación hacia la automatización en diferentes niveles del proceso de producción. Los avances en este sector indican que hasta el 90% de las tareas de fabricación se pueden automatizar. Para 2023 se prevé la instalación de 150 mil CoBots en el sector industrial mundial en aplicaciones como: paletización y despaletización, ensamblaje y montaje, control de calidad, pulido, atornillado, soplado, encolado, soldadura, empaquetado, moldeo por inyección de plásticos y polímeros, análisis de laboratorio, supervisión de maquinaria, etc. Se pueden programar para cientos de tareas.

Robots sensitivos: la última generación con mayor seguridad

La convivencia con humanos ha llevado al diseño de robots con una alta sensibilidad como factor clave, los robots sensitivos. Cuentan con sensores de esfuerzo (algunos con hasta 6 y 7 ejes) para proporcionar un contacto más sensible. Presentan, además, un formato ergonómico para evitar accidentes y facilitar un manejo agradable. Básicamente, estos CoBots están pensados para la convivencia con personas, por los que cuentan con altísimos estándares de seguridad. En una planta de ensamblaje de GM, en Michigan, EEUU, los Cobots llevan a cabo maniobras de precisión con grandes piezas a poco más de medio metro de los trabajadores. Una vez los operarios conocen su funcionamiento, han de aprender a trabajar con CoBots, hasta llegar a considerarlo parte esencial del equipo en el proceso de fabricación.

La facilidad de uso es otra de las características de los CoBots. Cuentan con algoritmos de control especializados, interfaces hombre-máquina y sensores integrados para ofrecer soluciones ante posibles colisiones y problemas de seguridad. La ventaja es que, actualmente, permiten una rápida reprogramación y flexibilidad de gestión de tareas. Sin duda, los CoBots constituyen una buena e inteligente inversión a largo plazo.