Se presenta un panorama preocupante por la gradual deceleración de la economía como parte de un contexto global incierto y bastante complejo. Siempre que se habla de los retos y de las vulnerabilidades de la economía y de las empresas españolas se hace referencia a la tasa de desempleo y a la baja productividad. En qué consiste la baja productividad de las empresas españolas, por qué se da, cómo paliarla y qué cambios se producirán en breve son las cuestiones que trataremos aquí.
Productividad de las empresas españolas: el eterno mal
Desde un análisis experto por parte del Banco de España, se señala que la productividad constituye uno de los factores determinantes para el crecimiento económico de un país a largo plazo. Por tanto, un aumento de la productividad supondría una consolidación y un fortalecimiento de la resiliencia de las empresas españolas y de la economía nacional para periodos de vacas flacas.
En el caso de las empresas españolas, las dinámicas de la productividad han sido muy pobres. Solo pueden mejorarse con una mirada puesta en el futuro, como requisito previo para equilibrar y hacer sostenible el crecimiento. Ahora bien, cuando se va a abordar el problema, se ha llegado a deducir que cuando comienzan las recesiones y aumentan los despidos, la productividad aumenta.
Existen estrategias que pueden solucionar los problemas de productividad de forma realista
Hoy en día las empresas españolas necesitan incorporar una idea clave: mantener o aumentar la productividad es factible, incluso si reducimos los medios utilizados. Ahora bien, más allá de externalizar o de sobrecargar de trabajo a los empleados, que a medio plazo supone una
bajada de la productividad, hay que dirigir la atención a las actividades improductivas, a intereses personales por mantener una organización obsoleta (como la falta de formación) o la cultura económica centrada en la distribución y no en la creación de riqueza.
La solución pasa, en gran parte, por la innovación y la trasformación digital, no solo como estrategia de marketing de cara a la imagen corporativa y al aumento de ventas, sino como herramienta interna, para llevar a cabo la informatización de los procesos y de toda la información referida a la producción de la empresa.
¿Qué cambios se avecinan que puedan afectar a la productividad de las empresas españolas y cómo prepararse?
Previsiblemente, se acercan una serie de cambios demográficos que afectarán los patrones de consumo y ahorro. Esto creará una tendencia de reducción del crecimiento de la productividad en España. No importa el tamaño de la empresa, el desafío de la transformación de la población exige la adopción de estrategias multidisciplinares:
1) Buscar asesoramiento, a través de empresas especializadas, para mejorar los procesos de producción, planificar la producción, aplicar contabilidad analítica, proteger la liquidez de la empresa, gestionar colas de trabajo, flexibilizar nuestra capacidad de producción y mejorar las condiciones de trabajo.
2) El fomento de la participación de los trabajadores de edades más avanzadas en el reciclaje, la formación, así como para la aportación de su experiencia para la optimización de procesos, sobre todo los correspondientes al factor humano.
3) Adaptación a las políticas migratorias a las necesidades de la empresa. La llegada de nuevos trabajadores de otros orígenes puede aportar valor y nueva cultura empresarial que aumente la productividad y dote de nuevas herramientas e ideas.