Búsqueda de Financiación interna
Antes de recurrir a fuentes externas de financiación, y de aportar garantías que comprometan nuestro futuro empresarial y personal, debemos reflexionar sobre las fuentes internas de liquidez de las que disponemos.
El mejor instrumento para ello es la gestión de nuestros inventarios, y para utilizarlo nos debemos hacernos estas preguntas:
1. Teniendo en cuenta los escenarios previstos para los distintos sectores: ¿cómo pensamos que van a evolucionar nuestras ventas
2. ¿Cuales son en estos momentos nuestros productos más rentables?
3. ¿Qué nivel de stock y de materias primas necesitamos para atender las ventas previstas? ¿y para atender las ventas de los productos más rentables?
Dependiendo de las respuestas, podemos reducir drásticamente las compras de algunas materias primas y la fabricación de determinados productos. Con ello conseguiremos una liquidez indispensable para mantenernos a flote.
Hay que tener en cuenta que tanto los distribuidores como los clientes industriales van a intentar reducir sus consumos, y esto va a implicar reducir cantidades y modelos en su demanda. Por lo que es preciso ajustar de la manera más “aceptable” para los clientes nuestra oferta. Hay que intentar no perder clientes, pero lo importante sobrevivir.
Por otra parte, para mejorar la liquidez hay que reducir los costes operativos, adaptándolos al nuevo escenario. Para ello tendremos que:
1. Ajustar la plantilla de forma progresiva de acuerdo a las ventas
2. Recortar gastos no esenciales
3. Buscar la colaboración de clientes y proveedores
4. Ajustar los escandallos de acuerdo a las decisiones anteriores
5. Monitorizar los costes operativos y reaccionar frente a las desviaciones
Búsqueda de Financiación Externa. Plan de Negocio
Cuando con nuestros recursos propios no somos capaces de afrontar las necesidades de circulante de la empresa, tendremos que dirigirnos al exterior para buscar liquidez. La primera solución es pedir financiación adicional a nuestros bancos habituales, y si no lo conseguimos nos dirigiremos a otras fuentes como otros bancos, inversores privados, empresas de capital riesgo o la propia Administración estatal y/o autonómica.
En cualquier caso, para que confíen en nosotros de cara a devolver el capital prestado, deberemos presentar un Plan de Negocio o Plan de Empresa que presente de forma sistemática y estructurada quienes somos y cual es nuestra capacidad para generar ingresos en el contexto actual.
La estructura básica de este Plan de Negocio sería:
– Estrategia y estructura de la empresa
– Plan de Marketing
– Plan de Operaciones
– Plan Financiero
Este documento se enfocará de forma distinta según a quien vaya destinado. Así nos centraremos más en las garantías si nos dirigimos a un banco, más en el atractivo del sector y las posibilidades de crecimiento si nos dirigimos a un inversor, mientras que lo importante para la Administración será el cumplimiento de las bases requeridas.
En cualquier caso, el Plan debe mostrar datos actualizados y consistentes que generen la confianza necesaria.
HEELFE ofrece sus clientes la redacción de este documento, mediante la recopilación de todos los datos y la investigación y análisis que sea necesario, tanto dentro como fuera de la empresa.
Disponer de un Plan de Negocio no es solo útil de cara a conseguir que otros inviertan en tu empresa, también lo es para decidir si seguimos apostando nuestro propio capital en ella.