Según las noticias económicas EEUU ha emprendido una cruzada contra la inflación, pues en estos momentos, igual que en Europa está disparada. Y una de las formas más normales para hacerlo será emitir bonos con cada vez mayor interés para reducir el dinero en circulación.

En Europa también se está tratando esta posibilidad, y el Banco Central Europeo está empezando a subir los tipos de interés, pese al efecto que puede producir en la economía. Pero es que… frente a los efectos perniciosos de una inflación sin control, estamos en una situación de “susto o muerte”. Además, las medidas adoptadas por EEUU, tampoco dejan mucha opción, o subes tipos aquí o igualmente el dinero se va a donde los intereses están más altos (EEUU).

Y estaréis pensando, “y a mi qué, eso es cosa de economistas”,

pero es que las consecuencias para la empresa española van a ser inmediatas:

· Menos crédito y más caro

· Menos actividad económica y más paro

· Menos venta…en todas partes

Además, a diferencia de la situación que nos planteábamos con el COVID, no hay esperanza de que una vacuna nos acorte el sufrimiento. Según declaraciones de la FED (Banco Central de Estados Unidos), se espera que esto se mantenga así al menos hasta el 2025. Esto es así pues el tramo a reducir es muy alto y los desequilibrios actuales de la cadena de suministro global y la guerra de Ucrania siguen tirando fuerte de los precios hacia arriba, llegándose a hablar de estanflación (precios altos pese a baja demanda).

En fin, que la cuestión es que vamos a tener que realizar (una vez más) una travesía por el desierto y para hacerlo vamos a necesitar agua, es decir liquidez. Para ello será necesario por una parte actuar sobre la estructura financiera (presupuestos, negociación de condiciones con bancos y proveedores, revisión de coste fijos de estructura…), y por otra parte habrá que dimensionar y optimizar el negocio para un escenario que va a ser cambiante.

Para ello deberemos al menos:

· Analizar rápidamente los stocks según los cambios de la demanda. El stock innecesario es una fuente genial de liquidez

· Analizar la rentabilidad de los distintos tipos de producto y “soltar lastre”. Lo que no da dinero es un empleo inútil de liquidez

· Adaptar los recursos y el ritmo de producción ante demanda cambiante. Si vendemos menos no podemos gastar lo mismo

· Busca de mercados alternativos de acuerdo a los huecos que se generen. Pues esto pasará factura a todos

· Y por supuesto monitorizar nuestra liquidez y estado financiero

Estas medidas básicas parecen evidentes, pero el problema para muchas empresas, es que no disponen del sistema de información adecuado para llevarlas a cabo. Tenemos datos en el ERP, pero no necesariamente información, o por lo menos no la información que necesitamos. Así que es urgente tomar medidas para conseguirlo.

Nosotros como consultores recomendamos empezar por un cuadro de indicadores en alguna herramienta de Business Intelligence como Power BI, y de acuerdo a las carencias detectadas, iniciar un plan de trabajo que nos permita llegar a ese círculo virtuoso de:

1. Mido como estoy

2. Actúo sobre lo que está mal

3. Mido como me ha ido

4. Reflexiono sobre lo que funciono y lo que no y vuelvo a empezar

Según la empresa esto puede suponer desde adaptar el ERP hasta cambiar la estructura de Dirección, e incluso política Comercial.

Pero como decía el sabio “sobrevivir es opcional, no es obligatorio el cambio”