En este momento muchas empresas de la Comunidad Valenciana están pasando por momentos muy difíciles debido a los daños por la DANA. Les ha pasado a ellos, pero le puede pasar a cualquiera por diversas causas: incendio, avería mayor, explosión, perdida de un cliente principal, entrada en el mercado de un producto sustitutivo, cambios en la legislación, entre otros. Si llegan a suceden, la liquidez suele ser el primer aspecto afectado, y es fundamental priorizar su gestión para mantener la empresa a flote.
Para enfrentar una crisis de manera efectiva, es necesario movilizar a todo el equipo y, en muchos casos, recurrir a ayuda externa. No se trata solo de recibir consejos, sino de contar con los medios humanos y técnicos necesarios para manejar la carga de trabajo adicional.
Medidas que deberíamos de tomar, incluyen:
- Revisar los presupuestos por áreas y recortar gastos de estructura.
- Negociar con bancos y elaborar informes.
- Buscar financiación y presentar planes de negocio.
- Tramitar indemnizaciones y buscar ayudas.
- Realizar un seguimiento continuo de la caja.
- Revisar las condiciones con proveedores, como formas de pago, pedidos mínimos, condiciones de descuento y negociación de deudas.
Además, es un buen momento para replantearse todo, especialmente si la crisis ha sido causada por una catástrofe como la vivida en Valencia. Esto puede proporcionar cierta comprensión por parte de los clientes en cuanto a plazos, catálogo, tiempos de entrega y condiciones.
Algunas preguntas que deberíamos hacernos:
- ¿Eran todas las actividades rentables?
- ¿Qué podemos hacer con las líneas operativas?
- ¿Cuál es el mix más rentable?
- ¿De qué productos no pueden prescindir nuestros clientes actuales?
- ¿Conviene producir otros productos temporalmente?
- ¿Qué mercados se han quedado desatendidos?
Es importante recordar que no todas las líneas de actividad justifican su reactivación económica, y no hay obligación de volver a poner en marcha los mismos procesos para que funcionen de la misma manera. Puede ser un buen momento para reconsiderar la ubicación de la empresa, buscando instalaciones más económicas o para negociar una moratoria.
El control del stock se volvió de repente fundamental para mantener la liquidez. Esto implica analizar los stocks disponibles, actualizar continuamente la previsión de ventas inmediatas, liquidar los stocks prescindibles y negociar compras buscando lotes pequeños y plazos de pago largos, aunque sea sacrificando precio.
Tomar todas estas medidas y enfrentar los cambios en las condiciones de trabajo puede tensionar enormemente al equipo, por lo que la capacidad de liderazgo y motivación del gerente son fundamentales. No se trata solo de un tema técnico-gestor, sino también humano. Hay que poner en valor el sacrificio de los equipos directivos que están trabajando duro para salir adelante y volver a prosperar. Como se suele decir, el árbol se curva, pero no se rompe.