La reciente crisis provocada por el COVID 19 ha provocado un parón en la economía, la cual ha repercutido enormemente en la tesorería de las empresas y su flujo de caja. Y aunque el efecto ha sido muy diverso según sectores, la cadena de suministro a nivel mundial, ha sido alterada, y esto está generando problemas de suministro, retrasos, alteraciones de los precios, y cambios en los competidores por cada nicho de mercado.
Por este motivo, muchas empresas se encuentran con la necesidad urgente de mejorar su cash flow, para poder afrontar sus obligaciones de forma segura y evitar un posible situación de insolvencia. Vamos pues a repasar algunas de las soluciones más usadas y eficaces, aparte de las siempre recurridas reducciones de personal:
1.- Si NO LO VENDES, NO LO PRODUZCAS ni lo COMPRES:
En muchas ocasiones, cuando analizamos la rotación de un almacén nos encontramos con que sobre un 80 % del valor se encuentra en los productos que generan tan solo un 20 % de las ventas. Esto que no parece lógico, suele tener dos explicaciones:
- La primera y más fácil de resolver es que nuestra planificación no sea muy buena. Hay que revisar como planificamos, empezando con los productos de menor venta y mayor valor almacenado. Reducir stock por encima de todo
- Y la segunda más peliaguda, que el Departamento Comercial esté pidiendo un catálogo muy extenso como forma de apoyar las ventas y conseguir más clientes. Es comprensible, pero si estamos en una situación difícil, hay que “cortar por lo sano”
Es impensable que, teniendo poca liquidez, la enterremos en productos que no van a generar flujo de caja a corto plazo.
2.- LIQUIDA lo que se esté PUDRIENDO”:
Después de haber analizado el almacén, nos habremos encontrado muchos productos obsoletos y/o en un estado no optimo. Lo mismo pasa con la materia prima. Asúmelo, no van a mejorar. Hay que liquidarlos o reaprovecharlos, asumiendo su pérdida de valor. Y cuanto más tardemos, más valor perderán.
Esto es una decisión que continuamente se aplaza en las empresas, por dos motivos:
- Nadie quiere recordar errores del pasado, ni hacerse responsable de ellos.
- Si reconocemos la pérdida de valor del stock, eso afecta a nuestros resultados contables y a lo que los bancos opinen de ellos.
Pero no podemos dejar que la pelota se haga más grande, y necesitamos “cash”, así que es necesario que el Gerente movilice la situación
3.- INVADE nuevas TIERRAS:
La necesidad mueve montañas, así que es el momento de afrontar otros mercados que en su momento desestimamos, o que simplemente no conocíamos. Nuestro producto, puede tener más usos y se puede vender en otros países.
Y además en estos momentos podemos encontrarnos con que algunas de las “montañas” a mover ya no están, puesto que por las alteraciones de la cadena de suministro mundial que mencionábamos anteriormente, se están generando huecos en algunos nichos. Además, el brutal incremento que ha tenido el coste de los fletes marinos últimamente, está provocando que ya no sean rentables algunas importaciones
4.- VENDE los muebles
Hay activos de la empresa que se pueden vender si ya no los estamos usando: maquinaria, locales, terrenos…
No es fácil conseguir un buen precio, especialmente de la noche a la mañana, pero es conveniente de que empecemos por obtener una valoración objetiva del valor de mercado de nuestros bienes y una prospección de posibles compradores, con el objeto de ejecutar si finalmente es necesario.
No olvidemos que sería mucho peor tener que liquidar estos bienes tras una quiebra.
5.- GANATE la VIDA, vende tus servicios
A quien vende productos, muchas veces se le pasa por alto que puede vender servicios, para aprovechar recursos que de momento están ociosos. Siempre es mejor alquilar temporalmente parte del almacén, que vender una máquina que podemos volver a necesitar.
Y no solamente eso, podemos fabricar para otros o simplemente vender nuestra capacidad para que otras empresas externalicen alguno de sus procesos. Siempre es mejor rentabilizar, aunque sea mínimamente parte de nuestra fuerza laboral, que asumir despidos y perder a trabajadores ya formados.
Igualmente, podemos recuperar algunos trabajos que anteriormente externalizábamos, esta es otra de las nuevas tierras que podemos “invadir”.
Y además el staff de la empresa también puede vender servicios. Hay muchas empresas que han acabado comercializando con éxito algo que hacían especialmente bien: un software propio de producción, marketing, diseño, gestión logística…
En definitiva, si tenemos problemas de cash Flow, es necesario que abandonemos nuestra zona de confort. Y en este camino nos podemos encontrar muchas ventajas competitivas para nuestra empresa, las cuales incluso pueden llegar a cambiar nuestro modelo de negocio.