¿Que es la contabilidad analítica?
Para saber la rentabilidad de las ventas de tu empresa y conocer el margen con el que poder negociar pedidos y otros activos es fundamental tener escandallos completos y actualizados. Aunque en la mayoría de ocasiones esto no se cumple en la empresa, te detallamos algunos ejemplos y seguro que reconocerás más de una situación:
– Hay empresas que cuentan con escandallos genéricos por tipos de materiales usados, por tipo de producto, sin tener en cuenta las particularidades del modelo.
– Hay las que tienen escandallos para cada modelo teniendo en cuenta los materiales usados, pero no los costes de las secciones, ni la amortización de la maquinaria.
– Otras tienen en cuenta todos los costes directos, pero no tanto los costes indirectos por manipulación/envío, por problemas de calidad o por liquidaciones a final de temporada que no llegan a definirse en la incidencia de cada producto.
– Hay empresas que no relacionan los costes de los productos vendidos en cada pedido con el total facturado en el mismo teniendo en cuanta todos los descuentos particulares, por pedido y cliente.
Tener todos estos datos actualizados y disponibles para su análisis cuesta mucho de poner en marcha, pero si no lo hacemos pasa lo siguiente:
– Los clientes compran el producto barato por estar mal escandallado y no porque haya sido nuestra intención abaratarlo para competir en el mercado. Si nuestra capacidad es limitada, estamos perdiendo oportunidades de negocio y bajando nuestra rentabilidad. Si no lo es, podemos estar pagando comisiones por venta de productos que “se venden solos”.
– Hay clientes que, amparados en su volumen, nos piden concesión tras concesión. En ocasiones y según el producto que les vendamos, hasta nos pueden hacer perder dinero pero les seguimos tratando como clientes VIP.
En HEELFE podemos ayudarte a poner en marcha sistemas completos de escandallo con conocimiento y con esfuerzo trabajando como uno más en su equipo
y aportando esa capacidad suplementaria que, en ocasiones, hace falta en la pequeña y mediana empresa.
Para hacerlo nos valemos de todos los recursos informáticos de la empresa y/o ponemos en marcha nuevos sistemas. Nos apoyamos en el ERP de la empresa, en bases de datos para los costes y en herramientas de Business Intelligence para el análisis de rentabilidad.