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Se avecinan unos tiempos muy exigentes para el empresario. La Transformación Digital está haciendo que cambie el mercado en todos los sectores: ventas online de gigantes como AMAZON o ALIBABÁ, servicios hoteleros a través de empresas que no tiene un solo hotel como AIRBNB, marcas que triunfan en función de su apoyo en las redes…

Esto provoca que muchas empresas tengan que replantear su modelo de negocio y/o se planteen toda su estructura de proceso y costes. Pero eso requiere trabajo y dedicación. Y aunque los frutos merezcan la pena, la limitación de talento y “horas” dentro de nuestros equipos nos limita y nos hace aplazar continuamente proyectos que son necesarios e incluso vitales. Podríamos contratar más talento, pero con la que está cayendo nos da miedo cargarnos de estructura…y con razón.

¿Qué podemos hacer? Pues, pensemos que hoy en día las empresas que tienen éxito se lo deben en gran parte a apoyarse en buenos proveedores. Es importante ejercer la actividad en una zona donde encontremos proveedores de componentes y servicios, pues esto es lo que no da agilidad y buenos costes.

De igual forma se puede contratar el lanzamiento y ejecución de proyectos en la empresa, pero esto no se tiene claro en todos los ámbitos. Pocas empresas tienen el volumen suficiente como para tener un abogado en nómina, por eso subcontratan asesoramiento legal sin dudarlo. En cambio, para analizar su actividad o perfeccionar sus procesos es más raro que contraten ayuda externa. Esto es porque se supone que ya tenemos ese talento en casa y si lo utilizamos ahorramos costes: “hágaselo usted mismo”.

No obstante, esto no es tan rentable. Muchos seríamos capaces de arreglar un problema de fontanería es casa, por ejemplo, pero nos  costaría  tiempo  y  accidentes  perfeccionar  nuestra  técnica.  Por  eso  también,  muchos  de  nosotros llamamos a un especialista que lo resuelve inmediatamente y dedicamos ese tiempo a otras cosas que nos resultan más placenteras y/o rentables.

Lo mismo sucede con la organización de la empresa. Para trabajos como diseñar la mejor tienda online, montar un nuevo sistema de planificación, informatizar los procesos o montar la mejor red comercial es posible que necesitemos especialistas concretos. ¿Por qué?

  • Porque nuestros técnicos no saben de todo y sobre todo no son especialistas en todo.
  • Porque sustituir a nuestros técnicos por técnicos con más conocimientos supone fichajes caros.
  • Porque una vez ejecutado el proyecto, nuestros técnicos son capaces de gestionar la nueva forma de trabajar.
  • Porque a veces a nuestros técnicos los tenemos saturados y no les caben más proyectos, pero aplazar los proyectos es perder rentabilidad y oportunidades.

El talento no debe ser la limitación a la mejora de la empresa, porque en este momento en España hay empresas de servicios, y profesionales libres que nos pueden ayudar  a poder abordar casi cualquier proyecto. De hecho, esta disponibilidad es una consecuencia directa de los cambios que indicábamos al inicio, y de la fluidez en las comunicaciones entre clientes y proveedores.

Lo que hay que decidir pues, es si nos merece más la pena contratar el talento o subcontratarlo y para ello hay que valorar:

  • Si una vez acabados los proyectos que queremos poner en marcha, va a haber suficiente carga de trabajo para los nuevos técnicos/directivos, y qué relación tendrán con la estrategia y los resultados de la empresa.
  • Si en lugar de ello contratamos de manera temporal los servicios de una empresa para nuestros proyectos de mejora, normalmente será más caro que usar los servicios de personal propio, pero el coste desaparece en cuanto acaba el proyecto y lo que queda es la nueva rentabilidad adquirida por el proyecto

En cualquier caso, recuerda que en estos momentos la competencia es mayor que nunca. Es importante no perder el paso.