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Seguro que últimamente has oído hablar sin parar del 5G en muchos medios de comunicación, pero ¿sabes realmente de qué se trata? Te lo contamos a continuación.

Con el nacimiento de las nuevas tecnologías y la integración de internet en todos los hogares y puestos de trabajo, fue necesario el desarrollo de infraestructura para poder abastecer la conectividad en casi todos los entornos de una persona corriente. Así nació el 1G, momento en el que la tecnología estaba dispuesta para las llamadas telefónicas entre móviles. Hablamos de los años 80.

Con la mejora de los dispositivos, y las nuevas necesidades de los consumidores, surge el 2G en la década de los 90. En este período de la historia tecnológica los teléfonos pasaron de ser analógicos a digitales ofreciendo mucha más seguridad en las comunicaciones y, por fin, una nueva forma de comunicación: los mensajes de texto. Éste fue un avance imprescindible para la forma actual de consumo de internet.

A partir del 2001 empiezan a ser comunes los servicios de descarga de programas, la integración en el móvil de los correos electrónicos y la mensajería instantánea hicieron imprescindible mejorar la infraestructura de las telecomunicaciones, mejorando así la velocidad desde 56 kbit/s en sus orígenes a los 2048 kbit/s (2 mbit/s).

Y llegaron los smartphones en 2010, la revolución de la que disfrutamos en nuestro día a día para comprar, relacionarnos con nuestros amigos y familiares, trabajar, viajar, estar al día de las noticias, ver la televisión… Estos nuevos gadgets que se interconectan entre sí exigen una mayor seguridad en el tratamiento de la información profesional y personal de cada individuo, así como velocidades mucho más altas de lo que jamás hemos podido disfrutar: hasta 1.048.576 kbit/s (1 Gbit/s).

Pero aquí es donde empieza lo grande, lo realmente increíble, y es que la integración del 5G en nuestras vidas en 2020 nos va a permitir la interconexión entre todos los productos de nuestra vida cotidiana sin la intervención del ser humano. Hablamos del Internet de las cosas, de Big Data a grandísima escala.

Es decir, nuestra nevera, nuestro coche o moto, nuestro móvil, el cepillo de dientes, el sistema de refrigeración de nuestra vivienda, el control de acceso a nuestro gimnasio o trabajo, nuestro equipo de música… todo, absolutamente todos los dispositivos que estén capacitados para el 5G se comunicarán entre sí para ofrecer al usuario una experiencia increíble: tu nevera podrá avisarte de la falta de algún alimento cuando vayas en el coche y pases frente a un supermercado; tu cepillo de dientes sabrá cuándo ha de cargarse….

Pero esto va mucho más allá: hablamos de una evolución a gran escala, como por ejemplo en la investigación o la medicina pues un médico de un hospital de España podrá realizar una intervención vía 5G (metadatos) a un paciente de NYC asistido por la tecnología.

La velocidad de conexión llegará a 1.073.741.824 kbit/s (1 Tbit/s).

Es toda una revolución imprescindible que integraremos en las empresas para mejorar su productividad, sus resultados y su rentabilidad. ¿Te apuntas?